Cazorla se cita en la calle con el Festival de Teatro
Este fin de semana, durante las jornadas del sábado y el domingo, se ha abierto el XIV Festival Internacional de Teatro (FIT) de Cazorla con su programa 'Cazorla de Calle'. 48 horas de teatro en las que la lluvia se ha convertido en una incomoda y persistente acompañante que ha obligado a cambiar de escenario la mayoría de los espectáculos. De un modo u otro, el programa desarrollado en horario de tarde y noche ha demostrado que este adolescente, aunque claramente más delgado, intenta mantener intacta su lozanía. Reclamo cultural
El Puente del Pilar, marcado en rojo en el calendario turístico local, es el marco perfecto para que Cazorla brille sobremanera en ese espacio, casi siempre enfangado de naderías y vanas promesas, que ocupa la 'oferta alternativa' al Parque Natural. La crudeza de la crisis ha traído consigo un severo recorte del presupuesto de este certamen, pero ahí sigue como imprescindible reclamo cultural de una provincia no precisamente sobrada de ellos. Algún conocido empresario cazorleño -se supone que una excepción- gritaba el sábado a los cuatro vientos desde su coche mientras tenía lugar uno de los pasacalles: «¡vaya momento habéis elegido para el teatro de calle!». Habría que recordar a quien del turismo ha de vivir que de lo que se trata ahora es de ofrecer alternativas al visitante para que vuelva y publicite de forma positiva la localidad, no de hacer cómodo el tráfico rodado por su centro urbano, que en aras del Plan de Movilidad Urbana debería estar cerrado en estas fechas aún no haciendo las veces de excepcional escenario del FIT.
Paco Pacolmo
Con estas premisas, cinco han sido los montajes teatrales de calle ideados para adornar el paisaje urbano cazorleño durante dos tardes-noches de luz, color y fantasía. Las compañía de Paco Pacolmo, con 'Misión granuja 2', fue la única que desarrolló su espectáculo casi como estaba previsto desde un principio. Las Plazas de la Corredera y la Tejera y la calle Doctor Muñoz fueron inermes testigos del humor y el descaro más desternillantes ante los propios y extraños que, a cientos, se arremolinaban alrededor de los componentes de esta atípica compañía jienense. Los comercios y los transeúntes y coches que por allí pasaban eran objeto de sus bromas convirtiéndoles en inesperados actores de sus bromas, que eran recibidas con sonrisas.
Rolabola, con su espectáculo 'Lucha', puso fin a la tarde del sábado en el Patio del Ayuntamiento debido a que Simbiosis no pudo escenificar por la lluvia el montaje 'Batucada', muy inapropiado para un recinto cerrado. El viernes, con más lluvia si cabe, 'Made in jabon' tomó también como escenario el Patio del Ayuntamiento para que los más pequeños pudieran disfrutar de sus gigantescas pompas de jabón. El Teatro de la Merced acogió a Kanbahiota Teatro con su 'Cabaret'.
Diario Ideal
El Festival de Teatro en la Calle se despide bajo techo
La lluvia marcó la última edición del Festival de Teatro en la Calle de Cazorla, que da paso al de sala, que comenzará mañana y cuyo galardón, este año, es para Ricardo Iniesta y la compañía Atalaya, que también representará uno de sus últimos montajes, titulado Divinas palabras.El Festival de Teatro en la Calle de Cazorla concluyó con dos de las tres representaciones previstas en el interior del Ayuntamiento debido a la lluvia, lo que no impidió que los aficionados a las artes escénicas disfrutasen de las comparecencias de las compañías Made in Jabón y Kanbahiota Troup. Los cambios en la localización no afectaron al éxito de la cita, que sorprendió al director, Manuel Molina. “A pesar de todo, la vía pública es parte del formato original de las obras, ya que dentro de un recinto se convierten en versiones descafeinadas de sí mismas, al perderse a los espectadores no voluntarios, que son los que salen de su casa sin tener la intención de asistir a una representación y acaban sumándose al público”, declaró. En su opinión la escena de sala y la de calle deberían ejercer influencia mutua en la actualidad.
Mañana comenzarán los montajes de sala con la actuación de la bailarina Simona Atzori, a la que la falta de ambos brazos no le impidió formar parte de los artistas colaboradores de la Scalla de Milán. Su presencia es la culminación de tres años de esfuerzos de la directiva. El próximo día 15 le llegará el turno al grupo Artist 13, que pondrá en escena la obra Camas y mesas. Este año, el galardón del festival se entregará a Ricardo Iniesta y su compañía Atalaya, que recibió el Premio Nacional de Teatro y, que, además, comparecerán por cuarta ocasión en Cazorla, esta vez con Divinas palabras. Teatrino, La Tarasca y Blanca Marsillach son algunas de las propuestas de esta edición, que cerrará, como ya es tradición desde hace seis años, con una actuación flamenca. David Palomar, cantaor de Vicente Amigo y Rosario Toledo despedirán la cita.
Diario Jaén
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