lunes, 26 de julio de 2010

BluesCazorla echa el cierre

BluesCazorla finalizó con una gran noche de sabado en el que todos los grupos brillaron,los medios hacen eco de ello:

Diario Ideal

Finaliza BluesCazorla, una apuesta segura

Nuevo éxito de público en escenarios, total ocupación en hoteles y terrazas abarrotadas

Fin de fiesta de puro blues en los tres escenarios para el entregado público que, como es habitual para la jornada del sábado, acudió en un número mayor que en las dos anteriores. La noche comenzó a lo grande con tres enormes -en el más amplio sentido de la palabra- divas del mas genuino blues de Chicago: Deitra Farr, Zora Young y Grana' Louise, quienes se han dado en llamar las Women of Chicago Blues. Como es habitual en este tipo de estrellas afroamericanas, sólo ellas llenan todo el escenario por muy amplio que este sea. Con una tormenta de voz, un ritmo endiablado y una estética inconfundible son secundadas por una banda de extraordinaria calidad y talento sublime. Sigue sorprendiendo la mutación física que experimentan algunas de estas vocalistas de avanzada edad, que en algún caso incluso necesitan de un bastón para desplazarse, cuando se suben a las tablas y se enfrentan a miles de enfervorizados fans. Quizás la respuesta a este misterio es que, sin duda, ese es el lugar elegido por ellas para dejar este mundo.
Jimmie Vaughan, tejano para más señas, no esconde en su música ni en su actitud cual es su procedencia. Demostró por qué este es uno de los principales guitarristas de la escena de Austin desde la década del 70 hasta la actualidad. Su estilo, limpio y elegante, alterna el fingerpicking influenciado por Freddie King, del cual recibió asistencia personal, Albert King, B. B. King y Johnny 'Guitar' Watson. Los bluseros más empedernidamente dogmáticos se sintieron en el séptimo cielo durante la hora y media que duró su actuación.
Joe Louis Walker y Buddy Whittington pusieron el punto y final con dos actuaciones que incidieron en las mismas virtudes de los y las que los precedieron. Blues de alta gama manando de dedos e instrumentos experimentados que nacieron en el mismo lugar donde se oyó blues por primera vez. En definitiva, concluyeron un sábado para el recuerdo de todos, un sábado en el que no hubo disidencias ni desacuerdos en si lo que se oía era o no blues, era o no digno de este festival.
Por la tarde habría que destacar de entre todo lo visto y oído en escenarios a Miss in Blues, una banda formada por algunos de los músicos de sesión y directo más importantes del panorama nacional e internacional, con la vocalista Esther González a la cabeza. Esta elegante blueswoman de enorme futuro ha conseguido hacer equipo con este grupo de músicos que dan lustre al blues español.
BluesCazorla puso el punto y final a una edición tan multitudinaria como las últimas porque la calidad de la propuesta no ha sufrido cambios significativos. Son los miles de fans que se acercan desde toda España los que obran el milagro, imposible de mantener sólo con la valiosa aportación económica de Cruzcampo y las instituciones públicas. El dinero que dejan tras de sí en hoteles, bares, restaurantes y comercios, además por supuesto del abonado en taquilla, será digno de más amplio detalle para proporcionarlo en su justa medida. Sobre todo para poder contrastar debidamente inversión y beneficio, y desterrar al menos desde la lógica de las cifras algunas dudas sobre un presunto gasto excesivo.
Ahora, la calma
Porque ahora, tras la tempestad, llegó la calma a la localidad serrana. Sosiego, silencio y tranquilidad para unos, y crisis, paro y pesimismo para otros. Lo cierto es que hay que tomar partido y elegir si se quiere vivir en una ciudad turística o en una ciudad donde solo se oiga el canto de los pájaros y la caricia de la brisa sobre los pinos. Ambas situaciones son, por desgracia, incompatibles sobre todo con el desarrollo económico de toda la comarca. Habrá que estar atentos a un futuro impredecible no tanto por lo que sabemos que nos conviene como por los medios para conseguirlo.

Diario Jaen

La suave cadencia del ritmo

Clases magistrales de grandes maestros, directos épicos y memorables y el virtuosismo general de todos los que subieron a los escenarios marcaron una nueva jornada del Festival Bluescazorla, que inspiró conversaciones sobre el prometedor futuro de la cita.

De un concierto a otro, la familia blusera afianza su crecimiento. Se opina en terrazas, supermercados y las calles sobre artistas, bandas, lo pasado y lo venidero y se crean vínculos o compromisos con ediciones futuras. De ahí que, al cerrar la primera sesión del Escenario Gambrinus, se busque reposo a mitad de camino con el siguiente punto de encuentro. El Jaén Paraíso Interior que se presenta con Massena, ofrece argumento a los diálogos.

Massena, en su juventud como banda, ofreció canciones de siempre, versionadas con la facultad de quien acepta que las clásicas siempre serán la primera lección y las nuevas el fruto del aprendizaje. Después, Guadalupe Plata reivindicó que su breve y premiada trayectoria no tenía parentesco con la casualidad sino que su trabajo nace de la pasión por la música. Y cerró la tarde Mauri Sanchís, con permiso del premiado por la organización del festival Joe Louis Walker, que, en el escenario IAJ, ofreció notas de su guitarra bajo el carácter de sencilla clase magistral. Cuando, al caer la tarde, se hizo el silencio en el municipio, se buscó descanso y la conversación se dejó atrás. Todo indicaba que el escenario Cruzcampo estaba a punto y la noche pedía un paso marcado por Los Deltonos, que abrieron las puertas a una velada de altura. Porque alto fue el umbral marcado por el soberbio Bonamasa y altas las notas dejadas al aire con su guitarra cuando, viva, se alejaba de los dedos y alcanzaba las fibras emocionales de los presentes. Sugar Ray, sin esfuerzo, mantuvo el umbral y dictó, a base del mejor blues, el secreto para ser nominado a los Grammy. Y el paréntesis de la noche fue cerrado por J. Teixi Band, herederos de Los Elegantes y Mermelada, dominadores del escenario y perfectos conductores de la corriente bidireccional entre música y público.
Finalmente, julio impuso su justicia bajo el cielo y apretó el mediodía del sábado. De nuevo, y por última vez, el escenario Gambrinus arrancó desde el punto y seguido nocturno. Joe Llouis Walker reinó sobre terrazas y bares, al llevar su voz afortunada y su guitarra de maestro por ritmos hermanados del rock y el blues. The Street Pickers mezclaron composiciones propias con versiones, para dejar a Txus Blues & José Bluesfingers, asumidas las influencias en su estilo, cerrar el mediodía en el santuario diurno del Festival Bluescazorla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario